Se le esperaba, a pesar del secretismo que los productores de la gala número 81 de los Oscars impusieron al evento. Quizás su presencia no fue demasiado relevante en una ceremonia cuajada de estrellas con mucha mayor trayectoria, pero para millones de muchachas en todo el mundo, él fue el más deseado de la noche, el más aplaudido y observado... Y no tuvo a Kristen esta vez a su lado.
El actor británico, uno de los astros de los que más se habló en los últimos meses en todo el mundo, adorado por fans en todo el orbe, recibió el modesto encargo de presentar un video de las películas románticas más destacadas del año, en el que por supuesto aparecía él interpretando al vampiro "bueno" Edward Cullen, al lado de Bella (Kristen Stewart).
Fue un breve homenaje a "Crepúsculo", cinta que no estaba nominada en ninguna categoría pero que ha logrado convocar en las salas del mundo a millones de espectadores -sobre todo del sexo femenino- hasta convertirla en una de las producciones más taquilleras del año.
La presencia en Los Angeles, previa al próximo rodaje también en América del Norte, en Vancouver (Canadá) concretamente, de la secuela de "Crepúsculo", esa "Luna Nueva" que llegará a los cines en noviembre, al parecer con un título ampliado respecto de la novela de Stephenie Meyer, "La saga Crepúsculo: Luna Nueva", causó el sobresalto de numerosas jovencitas, y no tanto...
Una web de cotilleos se hizo eco, por ejemplo, de cómo Robert, al poco de llegar desde Londres a la meca del cine, hizo estragos en un club nocturno angelino, con un grupo de amigos. La camarera, al verlo, cuándo el actor la saludó brindándole su mano, fue incapaz de articular palabra y casi sufrió un desmayo de la emoción.
Tal vez en no muchos años Pattinson deje de ser comparsa en el Kodak y sea él quien recoja una dorada estatuilla. Que tiemblen Brad Pitt o Leo DiCaprio, su recambio ya está aquí...
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